Decidí invertir un domingo en el que tenía tiempo libre para conocer más la ciudad y visitar sus monumentos más turísticos. Salí del apartamento, me subí a un bus y fui hacia el centro. Me bajé en "Vabaduse väljak", una parada que ha acabado siendo un destino frecuente en mis movilizaciones por Tallin. Ahí mismo pude contemplar la Plaza de la Libertad, que simboliza la independencia de Estonia en el año 1918. 💪
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| (plaza de la Libertad, es curioso que tenga una cruz cuando Estonia es uno de los países más ateos del mundo) |
Estonia, país fronterizo con Rusia y uno de los más recientes miembros de la OTAN desde 2004, deja claro su descontento con el conflicto ruso-ucraniano. 💙💛
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| (piedra ubicada en la Plaza de la Libertad) |
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| (carteles y pancartas en la embajada rusa de Tallin) |
Aun así, la ciudad es muy tranquila. Como dato curioso, al rededor del 25% de la población estonia es de origen ruso. Es tal la influencia ruso-parlante que muchos de los textos en todo tipo de negocios están escritos en ambos idiomas, aunque el único idioma oficial sea el estonio. De hecho, pregunté una duda en un supermercado local y solo hablaba ruso. No es de extrañar, la frontera con Rusia está a poco más de 2 horas en coche hacia el este. 🚗🚗
Caminando por la zona encontré una pista de hielo al aire libre. Por las bajas temperaturas que hay, probablemente esté abierta durante muchos meses. Detrás vi una gran iglesia de origen sueco, dedicada a San Miguel. También hice una foto a una calle peatonal por donde se va a la zona hostelera del centro.
Volví a casa al mediodía para comer y descansar antes de retomar la rutina al día siguiente. Había visitado el centro, pero me quedaba Tallin por conocer. 👀
