Erasmus de Aldo en Tallin

Se nota que has entrado a unos túneles subterráneos cuando empieza a bajar la temperatura y notas cómo aumenta drásticamente la humedad del ambiente. 💧 Los túneles subterráneos de la torre "Kiek in de Kök", también llamados túneles del bastión, son largos pasillos de unos 300 metros de longitud poco iluminados y relativamente estrechos.  Desde luego no es un lugar recomendable para alguien que padezca claustrofobia, pero si no es tu caso entonces debes visitarlos como sea si algún día vas a Tallin. (tampoco es el lugar ideal si te asustas con facilidad) Según avanzas por estos pasillos, vas encontrando distintas temáticas. Una que me llamó la atención fue la que está ambientada con propaganda comunista, pues parece ser en estos túneles se escondían algunos activistas por el comunismo incluso después de que la URSS desapareciera. (usaban los túneles para almacenar propaganda comunista) Otra función de estos túneles podía ser utilizarlos como refugio en caso de ataque nuclear.

El museo se divide en tres torres con distintas temáticas, además de unos túneles subterráneos. En la torre del medio, desde donde se accede al museo, podemos encontrar dos plantas en las que guardan varias obras locales que se remontan al siglo XV-XVI. También se nota la antigua presencia del Reino de Dinamarca, pues Estonia como tal no existía en la época medieval. 🏰 Subiendo esta torre, en el segundo piso, llegas a un bar (que actualmente no ofrece servicio) ambientado con armaduras medievales.  (un curioso bar con vistas a la ciudad y rodeado de armaduras) Al lado de esta sala hay una habitación con temática del siglo XX. (hay un gran contraste en esta planta porque encuentras una habitación medieval y otra contemporánea) En la misma segunda planta hay una puerta pesada, parecida a un portón de un castillo medieval, que te lleva al corredor de la muralla. Desde ahí se puede observar una panorámica de Tallin. 📷 (lugar ideal para hacer fotos) (se contempla el contraste entre la par

 Mi turismo en Tallin a penas había comenzado, por lo que volví al centro para proseguir mi visita. Desde la iglesia de San Nicolás, donde está la pista de hielo, encuentras unas escaleras que te llevan a un pequeño jardín construido hace siglos por la monarquía danesa. 👑 (un sencillo jardín nevado con la bandera danesa) Pasado este jardín, subes unos pequeños escalones hasta un patio rodeado de una muralla medieval con una famosa torre de cañones y varias estatuas de color negro. (lo que ves al subir desde el jardín danés) (vistas de Tallin desde el patio, con las murallas detrás) (entrada al museo "Kiek in de Kök") Caminando por el patio, podemos encontrar una parada al estilo medieval en la que venden frutos secos. Ese día estaba cerrado, pero fui en otra ocasión y vendían productos muy buenos. 🌰 (el patio amurallado al lado del jardín danés) (el puestecito de frutos secos y una salida hacia la catedral de Tallin) Lo siguiente era visitar el museo "Kiek in de Kök&qu

Decidí invertir un domingo en el que tenía tiempo libre para conocer más la ciudad y visitar sus monumentos más turísticos. Salí del apartamento, me subí a un bus y fui hacia el centro. Me bajé en "Vabaduse väljak", una parada que ha acabado siendo un destino frecuente en mis movilizaciones por Tallin. Ahí mismo pude contemplar la Plaza de la Libertad, que simboliza la independencia de Estonia en el año 1918. 💪 (plaza de la Libertad, es curioso que tenga una cruz cuando Estonia es uno de los países más ateos del mundo) Estonia, país fronterizo con Rusia y uno de los más recientes miembros de la OTAN desde 2004, deja claro su descontento con el conflicto ruso-ucraniano. 💙💛 (piedra ubicada en la Plaza de la Libertad) (carteles y pancartas en la embajada rusa de Tallin) Aun así, la ciudad es muy tranquila. Como dato curioso, al rededor del 25% de la población estonia es de origen ruso. Es tal la influencia ruso-parlante que muchos de los textos en todo tipo de negocios están

Después de presentarnos con el que sería durante tres meses nuestro jefe de prácticas, este nos propuso ir a comer juntos. Fuimos a un "Vapiano", una cadena de restaurantes recomendable a todo aquel que le guste la gastronomía italiana. Al despedirnos, nos hizo otra propuesta: cenar con él y dos amigos suyos en un restaurante ucraniano llamado "Restaurant Odessa" en honor a la ciudad portuaria. 💙💛 Quedamos sobre las 20:00 en frente del restaurante. La entrada no estaba a la altura de la calzada, sino bajando unas escaleras. Era un lugar acogedor y muy agradable, con música jazz de fondo. Nos sirvieron un entrante de chupitos con pan y jamón, explicándonos que debíamos beber de un sorbo comiendo acto seguido la rodaja de pan para una buena mezcla de sabores. Debo reconocer que, aun siendo una bebida muy fuerte y no de mi gusto, al combinarlo te quedaba un buen sabor. Nunca había probado la gastronomía ucraniana, por lo que pregunté si recomendaban el "Pollo de

Quedé con Pol (mi compañero de prácticas y también alumno del Institut Poblenou) para ir juntos a la oficina de la empresa porque vivimos a tan solo 2 calles de distancia.  La empresa se ubica en una zona muy céntrica, pero nuestros alojamientos están a 45 minutos en autobús. Por suerte y como punto a favor de Tallin, hay mucho transporte público con una frecuencia a veces incluso mejor que en Barcelona. 🚌🚎👍 Para usar el transporte público se requiere la "Green card", una tarjeta verde electrónica que cuesta 30€ al mes. Es parecida a la que se usa en Madrid o la nueva T-mobilitat de Barcelona; la compras una vez (en Tallin cuesta 2€) y la renuevas en uno de los puntos de recarga. Al irte de la capital, puedes devolverla en el aeropuerto para recuperar los 2€ que costó comprarla.  (validando la tarjeta en un autobús de Tallin) La oficina, domiciliada en un edificio alto y moderno, está a tan solo 10 min a pie del centro. Se rodea de muchos edificios similares, prácticamente

Me confirmaron las fechas del Erasmus con 11 días de antelación, por lo que tuve que buscar rápidamente el vuelo más barato para el fin de semana del 26-27 de febrero ya que empezaba las prácticas el lunes 28 de febrero. Lo más económico era con airBaltic por 200€ despegando la mañana del 26 y haciendo escala en Riga, Letonia. El vuelo en sí costaba unos 170€, pero tenía que facturar la maleta de 23kg. Fue un duro golpe, pero es lo que tiene reservar con tan poco tiempo de antelación... 😓 Aterricé en Riga por la tarde tras 3-4 horas de vuelo. Tuve que atrasar el reloj 1 hora por la diferencia horaria. Estuve 2 horas en el aeropuerto de Riga esperando al avión que me llevara a Tallin, a las que se añadió otra hora porque el vuelo se retrasó. 😫 Finalmente llegué a Tallin, la capital de Estonia, sobre las 9 de la noche. Mientras iba en bus hacia el apartamento que me proporcionaron, llamé al propietario de este tal y como me había dicho la agencia que hiciera al llegar a la ciudad. Me d